Pistas de tierra batida
Las pistas de grava son muy apreciadas por sus cualidades únicas de juego, pero requieren un mantenimiento regular para mantenerse en las mejores condiciones. Como groundsman o gestor de pistas de grava, las siguientes actividades de mantenimiento son esenciales para mantener la calidad y la capacidad de juego:
Arrastrar y cepillar
Es esencial arrastrar y cepillar la pista con regularidad. Esto nivela la superficie de la pista de tierra batida, restaura su textura y garantiza una elasticidad y un agarre constantes. También evita que la tierra batida se vuelva demasiado compacta.
Marcadores de línea
Asegúrese de que las líneas en la pista estén marcadas de forma clara y precisa. La inspección y actualización periódica de las líneas es importante para evitar confusiones durante el juego.
Reemplazo de grava
Con el tiempo, la tierra batida se desgasta. Es necesario rellenar o sustituir periódicamente la arcilla para mantener la calidad de la superficie de juego.
Manejo de malezas
Mantener el campo libre de malezas y césped que puedan afectar la jugabilidad. Es importante desmalezar periódicamente y utilizar herbicidas respetuosos con el medio ambiente.
Drenaje y Gestión del Agua
Asegurar un buen drenaje para evitar inundaciones. Es importante que el agua de lluvia se drene eficazmente y que no se formen charcos.
Desliza y
Trabajo de hoja
Mantenga la pista libre de hojas, ramas y otros desechos. Esto puede mejorar la jugabilidad y evitar que se acumule materia orgánica en la superficie.
Seguridad y Mantenimiento de Redes
Revisa periódicamente las redes y la seguridad de las vallas alrededor de la pista. Esto garantiza la seguridad de los jugadores y la integridad del campo.
El mantenimiento de las canchas de arcilla requiere dedicación y atención al detalle. Una cancha de arcilla bien mantenida brinda a los jugadores un excelente ambiente de juego y extiende la vida útil de las instalaciones. Los profesionales con experiencia en el mantenimiento de canchas de arcilla pueden ser invaluables para garantizar que el campo se mantenga en óptimas condiciones.
